Tras 40 años en el CEA y a dos años de ser desvinculada sigue esperando sus prestaciones

Santo Domingo.- Xiomara Molina ingresó al Consejo Estatal del Azúcar (CEA) con 26 años, un 13 de enero del año 1982, allí permaneció durante dos décadas. Hoy, con 68 años, narra cómo su familia marcó un legado generacional por esa institución.

Xiomara lleva en sus memorias mucho más de la mitad de la historia del CEA, la misma institución que el 08 de marzo del 2022, Día Internacional de la Mujer, decidió prescindir de sus servicios sin entregarle las debidas remuneraciones de ley por sus años de labor.

«En ese paso de esos 40 años por el Consejo Estatal del Azúcar, fue una experiencia muy bonita, donde nos
tratábamos como familia. Era una empresa como familiar. Inclusive mis padres, mi papá, mis tíos, mis abuelos trabajaron en el Ingenio Barahona», narra la mujer.

Su educación como Secretaria Ejecutiva, la llevaron a ingresar al CEA y allí dentro crecer y poder conocer otras áreas.

«Mi educación viene del Consejo Estatal del Azúcar, donde viví en Barahona 16 años desde mi nacimiento
hasta venir a la capital a estudiar Secretariado Ejecutivo», comenta a las cámaras del programa Dentro de las anécdotas que Xiomara Molina narra, está la satisfacción que sentía cuando le tocaba desdoblarse y hacer otros trabajos, como lo sucedido en una temporada de escasez de personal.

«Hubo una época en el tiempo de Salvador Jorge Blanco que no aparecían braceros haitianos y nos tocó tres meses visitar cañaverales, cortar caña junto con los militares y eso era una cosa que nosotros lo cogíamos y cortar caña era una felicidad. Nosotros montarnos en las camionetas con los muchachos, con su mocha, los colin», narra emocionada al recordar esos  .Con Xiomara se hizo un acuerdo de pago en 6 cuotas, de las que solo una se ha cumplido, y dos años más tarde no ha recibido sus prestaciones. Ella, se une al gran grupo de hombres y mujeres que tras dedicarle casi toda su vida al CEA, hoy reclaman lo que por derecho les corresponde.

Es realmente lamentable escuchar historias como la de un trabajador que, después de 40 años de servicio en el Consejo Estatal del Azúcar (CEA), aún no ha recibido sus prestaciones dos años después de ser desvinculado. Este tipo de situaciones ponen de relieve serios problemas en la gestión y el cumplimiento de las obligaciones laborales por parte de esta entidad.

Para una persona que ha dedicado la mayor parte de su vida laboral a una institución, no recibir las prestaciones al momento de la desvinculación puede ser devastador tanto financiera como emocionalmente. Este tipo de casos también subraya la necesidad de fortalecer los mecanismos de supervisión y cumplimiento de los derechos laborales en el país.

Factores Claves y Posibles Soluciones:

Falta de Recursos Financieros del CEA:

Es posible que el CEA esté enfrentando problemas financieros que dificultan el pago de las prestaciones. Esto puede deberse a una gestión ineficiente o a la falta de fondos.
Intervención Gubernamental:

Es crucial que el gobierno intervenga para garantizar que los derechos de los trabajadores sean respetados. Esto podría implicar la asignación de fondos adicionales o la reestructuración de la entidad para mejorar su eficiencia.
Acción Legal y Representación Sindical:

Los trabajadores afectados deberían considerar buscar representación legal o sindical para presentar sus casos y asegurarse de que sus derechos sean defendidos. Las acciones legales pueden presionar a la entidad para cumplir con sus obligaciones.
Supervisión y Auditoría:

Se necesita una mayor supervisión y auditoría de las entidades estatales como el CEA para asegurar que se gestionen adecuadamente los recursos y se cumplan las obligaciones laborales.
Políticas y Reformas Laborales:

A nivel nacional, podrían implementarse políticas y reformas laborales más estrictas para proteger a los trabajadores y asegurar que situaciones como esta no se repitan.
Es fundamental que se tome acción inmediata para resolver esta situación y brindar el apoyo necesario a los trabajadores afectados. La justicia y el respeto por los derechos laborales son esenciales para una sociedad equitativa y justa.