Extreman vigilancia en casa natal de Adolf Hitler por temor a que sea saqueada

Viena.- Las obras en curso para reconvertir en una comisaría la casa natal del dictador nazi Adolf Hitler en Braunau am Inn (Austria) requieren de especiales medidas para evitar el robo de escombros por neonazis o extremistas de derechas.

Así lo informa este jueves la radio y televisión pública ORF de la región Alta Austria, donde se encuentra la ciudad de Braunau, situada cerca de la frontera con la Baviera alemana.

«Dado que en el pasado el edificio ha atraído con frecuencia a neonazis y nostálgicos del pasado, las obras se están llevando a cabo bajo especiales precauciones de seguridad», explica el rotativo.

Así, además de un servicio de monitoreo constante, que vigila durante todo el día que nadie se lleve nada, los escombros generados durante la reconstrucción son triturados y mezclados con desechos de otras obras para evitar que puedan ser utilizados como recuerdos por aquellos que buscan relicarios nazis.

Según informó la policía local, hasta la fecha no se han registrado robos de escombros, una preocupación que ya había sido abordada durante el proceso de licitación.

Los trabajos tienen el objetivo de remodelar el edificio que vio nacer al dictador nazi para que en el futuro albergue una comisaría de policía y una sucursal de la Academia de Seguridad que impartirá cursos sobre derechos humanos a agentes.

Se trata de un controvertido proyecto que, con un coste estimado de unos 20 millones de euros, se decidió hace más de cuatro años, tras el dictamen de una comisión de expertos, con el fin de evitar que la casa se convierta en un santuario de grupos neonazis.

Tras aplazarse por diversas razones, entre ellas por la pandemia de la covid, se prevé que las obras en pleno centro de Braunau, una localidad de 17.600 habitantes, duren hasta finales de 2025.

La casa natal de Hitler estuvo envuelta en la polémica durante años y, tras una larga disputa judicial entre la anterior propietaria y el Estado, el Gobierno austríaco decidió en 2017 expropiarla y en 2019 convertirla en una comisaría.

Se espera que en 2026 la policía se instale en el lugar, marcando el inicio de una nueva etapa para este edificio cargado de historia y simbolismo.

La casa natal de Adolf Hitler en Braunau am Inn, Austria, ha sido objeto de una mayor vigilancia debido a preocupaciones sobre posibles saqueos o vandalismo. La propiedad, que ha sido el foco de atención debido a su asociación con el dictador nazi, está siendo protegida para evitar cualquier daño o robo.

Aspectos clave de la situación:

Vigilancia Intensificada: Las autoridades austriacas han incrementado la vigilancia en la casa natal de Hitler para prevenir cualquier incidente de saqueo o vandalismo. Esto incluye medidas de seguridad adicionales y patrullas para proteger la propiedad.

Temor a Saqueos: El temor a que la casa sea saqueada o dañada se debe a su relevancia histórica y al interés que genera en grupos y personas con diversas motivaciones. La protección busca evitar que la propiedad sea objeto de actos de odio o simbolismo relacionado con el régimen nazi.

Propósito de la Propiedad: La casa ha tenido diferentes usos y propietarios desde la Segunda Guerra Mundial. En 2019, Austria tomó la propiedad con el objetivo de evitar que fuera utilizada de manera que promoviera ideologías extremistas.

Medidas de Seguridad: Las medidas incluyen la instalación de sistemas de alarma, cámaras de seguridad y posiblemente la presencia de personal de seguridad en el lugar. También se están tomando precauciones para asegurar el área circundante.

Contexto Histórico: La casa de Braunau am Inn es conocida por ser el lugar de nacimiento de Adolf Hitler, y su historia la convierte en un sitio de interés tanto para investigadores como para el público. La gestión de la propiedad está orientada a evitar que se convierta en un sitio de culto para grupos extremistas.

Respuestas y Reacciones: La vigilancia intensificada es una respuesta a preocupaciones de seguridad pública y a la necesidad de preservar la propiedad sin fomentar la glorificación de figuras históricas controversiales.

Estas medidas buscan equilibrar la preservación de un sitio histórico sensible con la seguridad pública y la prevención de actos que podrían promover ideologías extremistas.